Atención a la diversidad

Atención a la diversidad

Altas capacidades intelectuales 


¿De qué estamos hablando?


Los especialistas se refieren a la sobredotación como <<una capacidad intelectual superior a la media, en relación tanto a habilidades generales como específicas>> (Renzulli, 1994). Así, el alumnado caracterizado por altas capacidades intelectuales tiene particularidades propias en cuanto a inteligencia, creatividad, personalidad y aptitud académica.

Identificación


El docente deberá contar con recursos extracurriculares para su detección como la colaboración familiar del alumnado en cuestión y la solicitud de la Evaluación Psicopedagógica al Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógico (EOEP) de zona.

En el contexto educativo, deberán atenderse los siguientes rasgos de identificación:

> Un alto grado de dedicación a las tareas refiriéndose a perseverancia, resistencia, práctica dedicada, confianza en sí mismo, etc.

> Altos niveles de creatividad, considerando la creatividad como capacidad de las personas para responder con fluidez, flexibilidad y originalidad.

Los instrumentos de identificación serán los siguientes:

> El expediente académico.

> La conducta del alumnado en el aula.

> Su rendimiento académico.

> Inventarios de detección.

> Pruebas estandarizadas al grupo.

Propuesta curricular


Tras su identificación, se propone una adaptación educativa, de la que se reivindica su necesidad en España en la Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación

Se valorarán las necesidades específicas del alumnado con altas capacidades intelectuales, incorporándolas a los siguientes medios generales:

> Enfoque multidisciplinar.

> Recursos adicionales.

> Estímulos para su desarrollo.

> Oportunidades para utilizar sus habilidades.

Se atenderá al contexto social, potenciando sus relaciones interpersonales en el contexto del aula.

En función del caso, se tomarán medidas ordinarias, extraordinarias o excepcionales y se hará uso de recursos materiales y personales.

Hemos elegido como particularización de la propuesta integradora el enriquecimiento curricular, por parecernos el más adecuado e inclusivo. Contará con las siguientes adecuaciones: 

> Adaptaciones curriculares de ampliación.

> Adaptaciones de enriquecimiento.

> Enriquecimiento aleatorio.

> Entrenamiento metacognitivo.

Fuentes


https://www.juntadeandalucia.es/educacion/portals/delegate/content/5f4b7f67-d053-4ee8-9de9-4a7295134e96

https://www.juntadeandalucia.es/educacion/portals/delegate/content/11a5e694-6d28-4133-88a3-a69a58a70846

TDA


¿De qué estamos hablando?


El trastorno que nos ocupa tiene mucho que ver con la atención. Los expertos la definen como <<un mecanismo central de capacidad limitada cuya función primordial es controlar y orientar la actividad consciente del organismo de acuerdo con un objetivo determinado>> (Tudela, 1992).

El DSM-V define el TDA, en el que la atención se encuentra alterada, como un <<patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por inatención y/o hiperactividad e impulsividad>> (p. 86). 

Tipos


> Inatento: predomina la dificultad de atención.

> Impulsivo-hiperactivo: predomina la dificultad en el auto-control.

> Combinado: presenta síntomas de inatención, de impulsividad y de hiperactividad.

> Otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad específico.

> Trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado.

Propuesta curricular


En primer lugar, el centro docente deberá identificar las necesidades específicas del alumnado en cuestión. 

Teniendo en cuenta su situación particular, esta deberá ser adaptada a las diferentes tareas específicas que los expertos proponen. Algunas de estas son:

> Dividir las tareas o temas en pequeños pasos destacando siempre lo más importante.

> Ante un posible rechazo por parte de compañeros o amigos dedicarle una charla tranquila, explicándole como se sienten los demás ante sus comportamientos y hablar conjuntamente de las posibles soluciones.

> Supervisar la agenda (sin reñir) de forma continuada (asegurarse que apunta sus tareas, que no la deja olvidada en la escuela...).

> Buscar el lugar más conveniente para que se siente el niño con TDAH (de espaldas a la ventana, cercano al maestro, junto a un compañero tranquilo...).

> Destacar las cosas positivas que el niño ha realizado, siempre las hay.

Fuentes


https://www.fundacionadana.org/wp-content/uploads/2016/12/escolares_castella.pdf

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